- 49 ASESINATOS MACHISTAS EN UN AÑO EN ESPAÑA
En 2022 hubo en España 49 asesinatos machistas en el ámbito de la pareja o expareja. Esto representa la cúspide de la violencia machista y, aunque parezca sorprendente, la extrema derecha no para de bombardear a través de las redes sociales con que este tipo de violencia no existe.
Así que vamos por partes. ¿Qué son realmente los asesinatos machistas? Y algo que siempre me ha preocupado, ¿sólo se producen en el ámbito de la pareja o expareja? Un asesinato machista implica el crimen de una mujer por parte de un hombre, por el simple hecho de ser mujer. Es decir, no tendrían lugar si la víctima fuese un hombre. Debido a que la motivación que hay detrás es consecuencia de una estructura misógina: motivos sexuales, de dominación, de posesión, de celos.
En los recuentos oficiales de asesinatos machistas, solo se contabilizan las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, dejando fuera a todas las demás. Es decir, si te asesina tu compañero de trabajo, tu vecino o tu ligue, no se entiende como un feminicidio. Teniendo esto en cuenta, Diana Quer, Nagore Laffage o Laura Luelmo no se contabilizan en los recuentos oficiales de asesinatos machistas.
A partir de 2022 esto cambió y se empezaron a contar todas las formas de asesinatos machistas, así que realmente en 2022 hubo 83 asesinatos machistas (49 en el ámbito de la pareja o expareja y 34 en otros ámbitos). En el caso de los feminicidios fuera del ámbito de la pareja o expareja, según los datos del Ministerio de Igualdad, el 61% fue por parte de algún familiar, el 27% del entorno social y el 12% por motivos sexuales. Es importante humanizar estos datos, porque de lo contrario es muy fácil insensibilizarnos y normalizar este tipo de noticias o cifras.
- EL 75% DE LOS ASESINATOS MACHISTAS SIN DENUNCIA PREVIA
En 2021, 3 de cada 4 asesinatos machistas no tenían denuncias previas por parte de la víctima. Y la otra lectura es que en el 25% de los casos sí que constaban denuncias y, aún así, se produjo el asesinato. Si analizamos estos datos por tipología de violencia machista, en el 91% de los casos fuera del ámbito de la pareja o expareja no había denuncias previas, mientras que en los feminicidios en pareja o expareja este porcentaje es del 59%.
Estos datos nos muestran un problema estructural, ¿por qué las mujeres no denuncian a sus maltratadores? Cuando un caso se mediatiza, como le pasó a Rocío Carrasco, el primer argumento en contra de la víctima es que “no denunció a tiempo”. Cuántas veces hemos oído las frases “si sigue con él es por algo” o “tan grave no será, porque no ha denunciado”.
En estas frases se visibilizan varios problemas, y sobre todo se pone todo el foco en la víctima. El nivel de gravedad de una situación no puede depender de la reacción de la víctima, ni tampoco que todo el peso esté en ella. Esto genera una presión añadida innecesaria, se la responsabiliza de su situación y crea un escenario de culpa, vergüenza y miedo al juicio ajeno. A esto se le une no entender cómo funciona el maltrato y la violencia machista. Aunque la cara más visible de una relación de maltrato es la violencia física, lo que más secuelas deja y mayor impacto tiene en nuestras acciones es la violencia psicológica. Juzgar a una mujer por no dejar a su maltratador es no entender el arraigo que tiene una relación de maltrato en nuestras mentes: se merma nuestra autoestima, nuestra capacidad de decidir, y se alimenta un sentimiento de adicción, apego y necesidad.
Además, se nos presenta la denuncia como si fuese la solución a nuestros problemas como si estos fuesen a desaparecer. Y dar esos mensajes es muy peligroso, porque luego los datos no demuestran que en muchos casos el sistema judicial y policial falla. Y, cuidado, su función no solo es “proteger a las víctimas”. Dejemos de poner el foco en nosotras: su función también es evitar que los maltratadores agredan y asesinen.
- EN 3 AÑOS, LAS LLAMADAS AL 016 SE HAN INCREMENTADO UN 40%.
En 2007, el Gobierno de España creó un servicio de Asistencia Telefónica para mujeres víctimas de violencia machista, el famoso 016. Las llamadas se han ido incrementando cada año, en 2019 recibieron 63.081 y eso representa un incremento de prácticamente el 40% desde su creación. Aunque a priori pensemos que el incremento de llamadas son malas noticias, creo que la lógica debería serla contraria.
Siempre ha existido este tipo de violencia y estamos en pleno proceso de visibilización. Un aumento de llamadas al 016 no significa que haya más casos de violencia machista, y esta es una relación que muchísimos medios de comunicación hacen y es falsa. Lo que realmente representa este aumento es que se utiliza más este servicio y, por lo tanto, se detecta más y se pide más ayuda.
Pasar de un escenario de silencio, donde no se verbalizaba el maltrato y quedaba relegado a la esfera privada, a comunicarlo y darle voz es un primer paso para acabar con esta lacra. Aunque parezca contradictorio, que haya más llamadas son buenas noticias. Porque al final este número de teléfono nace para poder detectar e intervenir en casos de violencia machista: ofreciendo apoyo, informando sobre organizaciones y servicios que atienden a víctimas y con un asesoramiento las 24 horas y los 365 días del año, remarcando la idea de que no deja huellas en la factura y que es totalmente confidencial.
Otro dato interesante es que, de todas las llamadas que se produjeron en 2022, el 70% de ellas fueron realizadas por la propia víctima y el 30% restante por familiares o amistades.
- SOLO EL 0,00001 % DE LAS DENUNCIAS POR VIOLENCIA MACHISTA SON FALSAS
Con las famosas “denuncias falsas”, lo que pretende el machismo es sembrar dudas sobre la veracidad de las denuncias de violencia machista.
Sectores machistas y de extrema derecha se dedican a bombardear por las redes sociales con mensajes como que las mujeres mienten para obtener beneficios personales y que el sistema “siempre se pone de su lado”. También apuntan a que con las nuevas legislaciones (leyes contra la violencia machista) se pierde la presunción de inocencia y los hombres han dejado de estar protegidos por el poder judicial.
Como este tipo de delitos acostumbra a ocurrir en privado, es un escenario perfecto para infundir dudas sobre la versión de la víctima y acusar a las mujeres de mentir, como si se tratase de un complot contra los hombres (aunque parezca mentira, este es el discurso de sectores machistas que nos encontramos por internet). Cuando vamos a los datos oficiales, nos damos cuenta de que esta realidad no existe: según la Fiscalía española, en 2022 las denuncias falsas por violencia machista representaron el 0,01% del total de las denuncias presentadas. Y, si observamos más datos, en los últimos 12 años se han presentado 1.870.923 denuncias y solo 153 han sido demostradas como denuncia falsa, lo que sería un 0,00001%.
En definitiva, en cualquier tipo de delitos hay denuncias falsas; por ejemplo, inventarse robos para cobrar seguros y fingir accidentes. La sorpresa es que nunca habíamos visto tanta preocupación por este asunto, y más cuando, después de constatar los datos reales, se demuestra que es algo infinitamente minoritario.
- LA UNIÓN EUROPEA NO CUANTIFICA LOS ASESINATOS MACHISTAS
El dato es que no hay dato. Aunque parezca imposible, hay muchísimos países europeos que no contabilizan los feminicidios. España es un país pionero en el recuento y análisis de datos sobre violencia machista. Cuando levantamos la mirada y vemos lo que hacen nuestros países vecinos, nos damos cuenta de que estamos a años luz.
Por desgracia, en nuestro entorno nos encontramos con países gobernados por la extrema derecha que directamente niegan la violencia machista y pasan de reportar o recoger los daros. Algunos se ciñen solo a asesinatos dentro del marco de la pareja o expareja, algo que no abarca la totalidad de estos crímenes machistas (por suerte, España desde 2022 reporta todos los tipos). Y otros países dan datos sobre violencia machista en general, sin especificar a qué se refieren no ofrecen la opción de desglosar estas cifras.
Y aquí empieza el drama: lo que no se nombra no existe. ¿Cómo vamos a combatir algo que es invisible? Este vacío da datos dificulta muchísimo visibilizar el problema y poder tomar medidas para remediarlo, como desplegar todo un paquete de políticas públicas que ayuden a terminar con esta lacra.
La Comisión Europea ha reconocido que es un gran problema y, en 2023, ha establecido la obligación de que todos los países recojan datos sobre la violencia que sufren las mujeres. A ver cómo acaba esto, pero tenemos muchísimo camino aún por recorrer.
En 2022 hubo más de 100 feminicidios en Alemania y en Italia, y más de 150 en Francia. Si miramos hacia Latinoamérica, las cifras son espeluznantes: 252 asesinatos machistas en Argentina; más de 1.000 en México, aunque teniendo en cuenta todas las muertes de mujeres en ese país serían más de 3.000. En Colombia la cifra oficial asciende a 614 y en Brasil serían 1.410 asesinatos machistas.
- 3 DE 4 ASESINATOS MACHISTAS SON EN FESTIVOS O FINES DE SEMANA
Aunque la violencia machista ocurre en cualquier momento del día, de cualquier semana o cualquier mes, existen patrones de conducta muy claros que se ven cuando analizamos los datos. En 2022, 3 de cada 4 asesinatos machistas ocurrieron en días festivos o fines de semana. Y, desde que existen registros oficiales en España, los meses con cifras más elevadas siempre son julio, agosto, diciembre y junio, casualmente épocas del año donde hay vacaciones y pasamos más tiempo en casa o con muestras parejas.
Existe unanimidad en el ámbito académico y analítico de que los meses de vacaciones, los festivos y los fines de semana suponen un factor de riesgo para las víctimas de violencia de género. En el libro Afrontamiento de la violencia de género, publicado por la Academia de Psicología de España, se demuestra con un modelo econométrico y se llega a la siguiente conclusión: los domingos están asociados a un mayor incremento del riesgo de asesinatos machista, un 25% más de probabilidades que los días entre semana.
Pero ¿por qué pasa esto? Si lo pensamos tiene sentido, porque tanto los fines de semana como las vacaciones son períodos en los que se rompe la rutina, la convivencia es muchísimo mayor, se incrementa la posibilidad de hacer planes u organizar viajes que hacen que puedan generarse tensiones o discusiones por temas logísticos. Y al final no podemos perder el foco de que un asesinato machista es la cúspide de toda una pirámide de maltratos y abusos. Así que la culpa no es de las vacaciones o los domingos, esto simplemente genera un contexto donde el maltratador pasa más tiempo con su víctima (por estadística, se incrementarán las expectativas de que ejerza la violencia).
Otro dato aberrante: en Inglaterra, en el año 2021, las agresiones machistas aumentaron un 26% cuando jugaba su selección de fútbol y se dispararon hasta el 36% cuando su equipo perdía. Estos son los datos que publicó el National Centre for Domestic Violence del Reino Unido, y sí, en parte del mundo anglosajón se sigue utilizando el concepto “violencia doméstica”. ¿La explicación? Hombres agresivos, alcoholizados y enfadados porque su equipo ha perdido. Y la culpa no es del alcohol o el fútbol, los únicos responsables son ellos.
- EL 69% DE LOS ASESINOS MACHISTAS EN ESPAÑA SON ESPAÑOLES
Uno de los mantras de la extrema derecha es que los asesinos machistas son inmigrantes. La idea que tienen es que, claro, vienen de otras culturas “inferiores” y son como bárbaros que matan a las mujeres. Como si Santiago Abascal estuviese en posición de darnos lecciones sobre feminismo. Al final acaban llegando a la conclusión de que “para proteger” a las mujeres hemos de limitar la inmigración, y parece que cualquier excusa es buena para desplegar su racismo.
Cuando consultamos los datos se desdibuja el apocalipsis racista que nos presenta Vox. Entre 2003 y 2017 hubo 902 asesinatos machistas, de los cuales 622 agresores (el 69%) nacieron en España y 280 agresores (el 31%) nacieron en el extranjero. Si nos centramos en la nacionalidad o situación administrativa, el 75,8% de los agresores disponía de nacionalidad española, el 14,2% había nacido en el extranjero y tenía la situación administrativa regularizada en España y el 4,2% se encontraba en situación administrativa irregular.
Cuando hablamos de “nacer en el extranjero” podríamos estar refiriéndonos a franceses, italianos o alemanes. Parece que cuando la extrema derecha habla de inmigración solo se imagina a africanos y latinoamericanos. Además de que se inventan los datos, también mienten en el origen de los agresores.
Lo que está claro es que lo único que tienen en común todos los agresores machistas es que son hombres, y no, eso no significa que todos los hombres sean unos agresores, significa que todos los asesinos de mujeres son hombres.
Uno de los datos curiosos, que no ocupa titulares, es la nacionalidad de las víctimas de asesinatos machistas: entre 2003 y 2017, casi un tercio de las víctimas (293 mujeres, el 32,2%) habían nacido en el extranjero. Si cruzamos estos datos con el peso poblacional de cada grupo, es decir, en España viven muchísimas más mujeres españolas que extranjeras, vemos que la tasa de víctimas extranjeras es de 8,3 por cada millón de mujeres y la de las españolas el 2,2. Conclusión: en proporción, las mujeres extranjeras sufren más feminicidios que las españolas.
- EL 16% DE LOS ASESINOS MACHISTAS SE SUICIDAN TRAS EL CRIMEN
Otro dato impactante cuando hablamos de feminicidios es fijarnos en qué hacen los asesinos una vez que han perpetrado el crimen. De enero a octubre de 2023, el 16% de ellos se suicidaron después de cometer el asesinato.
Expertos y expertas apuntan a que este data ha disminuido en estos últimos años: entre 2017 y 2022, la media de tasa de suicidios en asesinos machistas era del 23,3%. Es decir, 1 de cada 5. Esto representa una bajada de 7 puntos porcentuales respecto a 2023. Para entender este cambio es importante preguntarnos: ¿por qué deciden quitarse la vida? Y ¿qué ha cambiado en estos últimos cinco años?
Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, apunta varias razones: la presión social y el rechazo del entorno del agresor, el miedo a ir a la cárcel, la vergüenza por lo que ha hecho, e incluso hasta puede haber casos de arrepentimiento o violencia desbocada. Intentar entender lo que hay detrás de tales acciones parece casi imposible, pero esta frase de Jorge Sobral, experto en psicología criminal, me ha dejado pensado: “Para matarse a sí mismo, mata primero a aquellos otros que, para él, forman parte de su identidad, puede ser su pareja, o incluso sus hijos”.
Estas cifras pueden haber bajado por varias razones, pero lo más sensato sería pensar en un repunte del machismo y del antifeminismo. Si hay sectores de la población que piensan que la violencia machista no existe y que se sienten respaldados ante esas ideas y actitudes misóginas, la culpa o vergüenza desaparece.
Y hay muchos que lo intentan, pero los casos no siempre terminan en suicidio. En casi la mitad de los asesinatos machistas de 2022, el agresor reaccionó intentándose suicidar después de matar a su mujer. El catedrático de Psicología Jorge Sobral apunta a que no siempre es fácil distinguir un verdadero intento de suicidio de un intento narcisista de llamar la atención, y más ante una persona que acaba de matar a otra. Lo define así: “Un intento de llamar la atención, de expresar el enorme dolor, la enorme irritación e ira que llevan encima esos sujetos. Pero, claro, el instinto de autoconservación les dice que, aunque quieran expresar eso con una autoagresión, no deben llegar al extremo de matarse de verdad”.
- 200 MILLONES DE MUJERES Y NIÑAS HAN SUFRIDO MUTILACIÓN GENITAL
Hay realidades que desconocemos, porque ocurren a miles de kilómetros de donde estamos y, básicamente, vivimos en una burbuja en la que ni existen. Hablar de feminismo con una mirada global implica hablar de ablación o mutilación genital femenina.
En 2022, UNICEF estimó que 200 millones de mujeres y niñas han sufrido mutilación genital femenina, la gran mayoría antes de los 15 años. También se calcula que se sigue practicando en 31 países del mundo, de tres continentes diferentes. Por ejemplo, en Guinea o Somalia, más del 90% de las niñas y mujeres de entre 15 y 49 años han sufrido algún tipo de ablación genital.
A nadie se le escapa que esto es una clara vulneración de los derechos humanos, que genera unos daños físicos y psicológicos brutales y que afecta a nuestra salud sexual. Aun así, sigue siendo una realidad para millones de mujeres y niñas en pleno siglo XXI.
¿Qué es la mutilación genital femenina o ablación? Se trata de la extirpación en los genitales de las mujeres, ya sea parcial o total. La OMS distingue hasta tres tipos: eliminar el clítoris (clitoridectomía), eliminar el clítoris y los labios menores (excisión), y eliminar el clítoris y los labios menores más realizar un estrechamiento de la abertura vaginal y coser la vagina (infibulación).
¿Cómo es posible que se siga practicando tal aberración? Lo que hay detrás de esto es la inercia de seguir una tradición que pretende preservar la virginidad de las mujeres y su castidad, el inicio de un ritual iniciático en las comunidades o argumentos varios como que es “más limpio” o “más estético”. La realidad es que se está mutilando a las mujeres e implica un gran riesgo para su salud: a nivel físico conlleva hemorragias, infecciones o dolores intensos; y, a nivel psicológico, depresión, ansiedad, odio hacia el propio cuerpo o la sexualidad.
Aunque los datos son aberrantes, organizaciones como UNICEF llevan años trabajando para erradicarlo. Y esto ha empezado a dar sus frutos: en 2023 las probabilidades de que mujeres y niñas sufran mutilación genital femenina se ha reducido una tercera parte, en comparación con los datos de hace 30 años. Pero no hay que bajar la guardia, porque 1 de cada 3 niñas en el mundo nacerá en alguno de los 31 países donde se practica la ablación y eso implica que están en riesgo de sufrirla.
- LAS VIOLENCIA MACHISTA ENTRE MENORES CRECIÓ UN 29% EN 2022
En 2022, la violencia machista se incrementó un 29 % en menores de 18 años. Lo llamativo es que este es el grupo de edad donde más crece este tipo de violencia. Aunque de los 30.047 hombres demandados por violencia de género, el grupo de edad más mayoritario abarca entre los 30 y 44 años, con el 48% del total, la tasa que más sube respecto al año anterior es la de los menores de edad.
¿De qué tipo de comportamientos estamos hablando? Estos datos reflejan las infracciones penales registradas en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Casi la mitad. El 49% tuvieron que ver con agresiones físicas o sexuales, el 21% con maltrato psicológico y el 15% con amenazas. Muchas veces, cuando hablamos de violencia machista, nos imaginamos solo a un hombre agrediendo físicamente a una mujer, y la realidad del machismo es mucho más amplia; por ello, es importante entender que los tipos de violencia se interrelacionan. En los datos podemos distinguir entre violencia física, sexual o psicológica, pero acostumbran a ir unidas y no se entienden por separado.
¿Y qué pasa con los jóvenes? Sorprende mucho la oleada de machismo que vemos en menores de edad que muestran su misoginia a través de las redes sociales: actitudes en Twitter como hacer deepfake de activistas feministas simulando que están desnudas, vídeos virales en TikTok con discursos profundamente misóginos, hilos de Forocoches donde hacen un listado de a qué mujeres violarían entes o espacios como Burbuja, que es como la deepweb del patriarcado.
En un mundo cada vez más feminista, podríamos pensar que los más jóvenes iban a representar esos avances. Y sí, hay gente joven muy comprometida e interesada en el feminismo, pero también vemos la otra cara de la moneda: adolescentes varones que están enfadados con el sistema, que no están dispuestos a perder sus privilegios y que canalizan su rebeldía mediante el odio hacia las mujeres.
En 2023 se publicaron los resultados del III Macroestudio sobre Violencia de Género-Tolerancia Cero del programa Contra el maltrato, Tolerancia Cero. Consiste en una encuesta a 6.275 personas, aleatoria y con cuotas por sexo, edad y municipio. En la que el 71% de los mayores de 55 años cree que la violencia de género es inaceptable, frente al 50% de los jóvenes de 18 a 21 años. Algo pasa con la gente joven y parece que no se esfuerzan por analizar estos resultados, y es que no podemos achacar la culpa a las redes sociales.
- 213 CASOS ACTIVOS DE VIOLENCIA MACHISTA EN ESPAÑA EN 2023
En España existe el Sistema de Seguimiento Integral VioGén, creado en 2007. Este sistema tiene varios objetivos: recoger los casos activos de violencia machista, determinar el nivel de peligro, desplegar los protocolos más adecuados en cada situación y establecer el seguimiento y las medidas de seguridad para las víctimas.
A mediados de 2023 había 77.213 casos activos y 46.040 mujeres víctimas de violencia machista que tienen algún tipo de protección policial. Los casos los clasifican según el nivel de riesgo; 31 mujeres están en peligro extremo, 1.097 en riesgo alto, 11.364 en riesgo medio y 33.548 en riesgo bajo. Cada nivel de riesgo lleva asociado un tipo de protección, desde llamadas telefónicas, centros de acogida, etc. Estas cifras al final son estimaciones que obviamente pueden estar equivocadas. Sabemos que la mayoría de los maltratos machistas no se denuncian, y eso hace que las víctimas ya no entren en estos circuitos.
En sí, el sistema está muy bien pensado, aunque no siempre funciona como debería: ya sea por un tema de recursos o por falta de presupuesto, de agentes o de voluntad política para darle la importancia que tiene. Una de las críticas que siempre me vienen a la cabeza cuando veo este tipo de sistemas es que el foco recae sobre la víctima. Siempre se pone la carga sobre nosotras: hemos de identificar el maltrato, denunciarlo y nos han de proteger a nosotras. Es como si fuésemos las únicas responsables en esta historia, pero ¿y los maltratadores qué? ¿Dónde están los esfuerzos institucionales para que los hombres dejen de abusar y asesinar a mujeres? Está claro que el sistema VioGén es necesario e importante, pero no nos podemos quedar solo en eso.
Como era de esperar, el sistema no es perfecto. Entre 2010 y 2021, se han registrado 212 denuncias por delitos sexuales a agentes de la policía en Guatemala. En el Reino Unido, en los primeros 6 meses de 2023, más de 1.500 policías han sido denunciados por violencia machista. No existen estos datos para España, pero viendo las cifras de otros países se vuelve totalmente necesario hacer estos recuentos.
- 589 MALTRATADORES GEOLOCALIZADOS EN ESPAÑA
¿Qué medidas reales se toman ante un caso de violencia machista? Muchas veces, por desconocimiento o porque las instituciones no se comunican bien, tendemos a pensar que el Estado no hace nada. Y claro que se podrían hacer mil millones de cosas más, pero es interesante también conocer las medidas que ya están desplegadas, primero, para poder analizarlas y mejorarlas y, segundo, para ver si funcionan de verdad.
Y ahí vamos: una de las medidas que se toman en casos de violencia de género es poner pulseas que geolocalizan a los maltratadores. Esto se lleva a cabo cuando hay órdenes de alejamiento para asegurar que se están cumpliendo y envían un aviso a la policía y a la víctima en casos de incumplimiento.
Esta medida se empezó a tomar en España en 2009, y durante todos estos años hasta 2022 se han activado 14.589 dispositivos para geolocalizar a agresores machistas. En junio de 2023 había 3.814 maltratadores geolocalizados con pulseras activas. Cada año se utilizan más estos servicios; por ejemplo, en agosto de 2023 se instalaron 270 pulseras, un 67% más que en agosto del año pasado. Y, como siempre, esto no significa que ahora haya más machismo, sino que actualmente se conoce este servicio y se utiliza más.
La idea parece superadecuada, pues si se dicta una orden de alejamiento se necesitan medidas para asegurar que se está cumpliendo. Pero, si solo en 2022 se dictaron 23.075 órdenes de alejamiento por casos de violencia machista, ¿por qué no hubo pulseras geolocalizadoras para todos?
Ninguna mujer con pulsera de control telemático ha sido asesinada desde que existe este servicio, es decir, desde 2009. Es muy relevante poder demostrar que algo funciona y este caso es todo un éxito. Las pulseras se asignan mayoritariamente en casos de riesgo extremo y no ha habido ni un solo caso que haya terminado en feminicidio. Es más, cuando se pregunta a víctimas que usan este servicio, dicen los siguiente: “La tengo desde hace un año y estoy mucho más segura. Si hubiera sabido que podía llevarla desde el momento en el que tuve la orden de alejamiento, la hubiera pedido”.
- 688.411 MUJERES HAN SUFRIDO AGRESIONES MACHISTAS EN ESPAÑA
En España, cada 4 años se hace la Macroencuesta sobre Violencia Contra la Mujer, donde el CIS plantea muchísimas preguntas que intentan valorar la violencia machista en todos sus tipos: violencia sexual dentro y fuera de la pareja, violencia física, violencia emocional, control, miedo, violencia económica o acoso.
La principal conclusión es que, en 2019, 11.688.411 mujeres españolas sufrieron algún tipo de agresión machista a lo largo de su vida, ya sea algo puntual o reiterado en el tiempo. Teniendo en cuenta que hay censadas en torno a 24 millones de mujeres en España, esto representa ¡casi el 50%! Si nos centramos en agresiones producidas los últimos 12 meses, son 1 de cada 5 (19%), representando a 4.048.273 de mujeres en España.
Este ejercicio nos sirve para visibilizar y entender que este tipo de violencia es estructural. No es un hecho aislado y no sucede por nuestra culpa (esto puede parecer muy obvio, pero siempre está bien remarcarlo).
Ya se han realizado tres ediciones de esta encuesta: en 2011, 2015 y 2019, por ello es interesante ver la cantidad de preguntas que se hacen y pararse a analizar los resultados. Lo bueno de todo esto es que al plantear todos los años las mismas preguntas se pueden compararlos datos y ver cómo avanza o retrocede la violencia machista en España. En 2015, el 10% de mujeres afirmaron haber sufrido violencia física por parte de sus parejas o exparejas; mientras que en 2019 este dato se incrementa hasta el 21%.
- EL 83% DE LAS MUJERES SIENTE MIEDO AL VOLVER A CASA DE NOCHE
¿Alguna vez has sentido miedo en la calle al volver a tu casa por la noche? ¿Has enviado mensajes a tus amigas o las has llamado para calmar los nervios y el miedo? Pues no estás sola, esto le pasa al 83% de las mujeres en España, según una encuesta de la aplicación Sister en 2019.
Tocamientos, persecuciones y comentarios obscenos, los mal llamados “piropos” son algunas de las experiencias que sufrimos las mujeres cuando vamos solas, y especialmente de noche. Y que quede claro, que un desconocido te llame “guapa” en plena calle o te silbe no es porque quiera ligar contigo. Está marcando territorio, te está queriendo intimidar y demostrar que la calle es suya y que puede hacer lo que quiera.
Sufrir este tipo de experiencias es lo más habitual, pero claramente no debería ser algo normal. Hace años se hizo viral un video en internet donde entrevistaban a hombres y mujeres: a los hombres se les preguntaba qué harían en un mundo sin mujeres, y a las mujeres qué harían en un mundo sin hombres. Lo más llamativo es que la mayoría de las mujeres respondían que “ir solas por la calle tranquilas” ¿Cómo es posible que hayamos normalizado vivir con miedo?
Esto es digno de analizar, porque a mí me gustan las mujeres y no las voy increpando o intimidando por la calle. Y estoy segura de que las mujeres hetero tampoco lo hacen con los hombres. Pero lo más inquietante es que, a medida que he ido cumpliendo años, recibo menos agresiones por la calle: la cantidad de veces que escuché un “guapa” no deseado por la calle con 17 años no tiene nada que ver con los que escucho con 29 años. Como decíamos antes, esto va de demostrar poder y no de ligar.
En 2020 condenaron a un hombre a 60 días de arresto domiciliario por increpar a una mujer por la calle en España. Gracias a la Ley de Libertad Sexual los “piropos” ahora se entienden como un delito de acoso callejero. Están considerados una falta leve, ya que, ante todo, existe el principio de proporcionalidad. Pero me parece muy importante que se enmarque como un tipo de acoso. Ya basta de que nos hagan sentir miedo e incomodidad por la calle.
- EL 77% DE LOS ACOSADORES CALLEJEROS VAN EN GRUPO
Seguro que os habéis dado cuenta de esto: vosotras estáis solas por la calle y veis a lo lejos a un grupo de hombres, tenéis que pasar por delante sí o sí, y automáticamente se os activan los sensores de alerta. La probabilidad de recibir algún comentario, tocamiento o que se genere una situación violenta es alta. Y es que el factor grupo es fundamental: en el 77% de los casos de acoso callejero, los agresores van en grupo.
Así lo demuestra el estudio Inseguras en las calles: experiencias de acoso en grupo en niñas y mujeres jóvenes, realizado por Plan Internacional en 2019. Silbidos, pitidos con el coche, fotos o videos sin consentimiento en el transporte público o en la playa, tíos masturbándose en plena calle, que te sigan o te miren de forma insistente. Es que, cuando pensamos en ejemplos concretos, es muy llamativo cómo se nos desbloquean recuerdos. ¿Alguna vez os ha pasado que os corten el paso en medio de la calle? Que, de repente, un tío se ponga en medio de tu camino con actitud desafiante. Pues todo esto forma parte del acoso callejero.
¿Por qué lo hacen mayoritariamente en grupo? Si lo analizamos bien, hay aspectos de la masculinidad tóxica que se potencian cuando los hombres están en grupo. Es como su se fuera retroalimentando ciertas actitudes, para demostrar quién es el líder. Lo vemos en grupos de WhatsApp y también por la calle. En el grupo también se diluye la responsabilidad individual. Es posible que si ese chico estuviese solo no te diría “guapa” por la calle, pero al estar con sus amigotes necesita demostrar su poder y dominación. Ese “guapa” realmente no te lo dice a ti, va dirigido a sus amigos para afianzar su estatus social.
- MENOS DEL 40% DE VÍCTIMAS DE VIOLENCIA MACHISTA BUSCAN AYUDA
Pedir ayuda es algo complicado: ojalá hubiésemos recibido educación emocional en el colegio, pero la mayoría de nosotras no tuvimos esa suerte. Y la realidad es que nadie nos ha enseñado a pedir ayuda. En muchos casos, no sabemos ni identificar que necesitamos ayuda. Tampoco nos han enseñado a dejarnos cuidar o priorizarnos; al revés, nosotras hemos de ayudar y cuidar. Pero, ¿quién nos ayuda y cuida a nosotras?
Según la base de datos The World´s Women de Naciones Unidas, en 2020, menos del 40% de las víctimas de cualquier tipo de violencia machista buscan ayuda. Y, respecto a las que sí piden ayuda, la mayoría recurre a familiares y amistades. El porcentaje de mujeres que acuden a la policía es ínfimo, menos del 10%.
Para analizar esto hay tres conceptos clave: la negación, la culpa y la desconfianza. Cuando estamos dentro de una espiral de maltrato, lo más frecuente es entrar en una fase de negación: para protegernos reaccionamos estándole importancia a lo que nos ha pasado, desde un comentario repugnante de tu jefe hasta los insultos de tu novio. Siempre encontramos una forma de infravalorar lo que nos ha sucedido.
Cuando aceptamos lo que nos ocurre, automáticamente aparece la culpa. Da igual lo que sea, una vocecita en nuestra mente nos hará creer que era culpa nuestra o que “nos lo hemos buscado”. Chicas, que esto nos pase a todas no es algo casual. Y, claro, pedir ayuda cuando no identificas qué ocurre, y cuando encima te sientes culpable, no es fácil. Además, para hacerlo es necesario confiar en la otra parte. ¿Os resulta extraño que las víctimas no pidan ayuda a las instituciones?
Cuando hablamos de denuncias por violencia machista, entre 2007 y 2018 en España, el 72% de denuncias son interpuestas por la propia víctima, el 25% por la policía directamente, el 1% por familiares y el 1% por terceros. Estos datos reflejan los circuitos de denuncias: la policía aconseja que sea la propia víctima la que denuncie.
Estas asociaciones ayudan a víctimas de violencia machista: Asociación de Mujeres Juristas Thernis, Asociación MUM, Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Asociación Clara Campoamor, Fundación ANAR…En España existen muchas y varias están especializadas en temas concretos. Querría resaltar el trabajo de SARA (Servei d´Atenció, Recuperació i Acollida), en Barcelona, donde acogen a víctimas y que han pasado de tener 23 trabajadoras a 47 y, en 2021, atendieron a casi 2.000 personas.
- PARA EL 20% DE LOS JÓVENES, GOLPEAR A SU PAREJA NO ES VILENCIA MACHISTA
¿Cómo vamos a erradicar el machismo si no sabemos identificarlo? En cualquier lucha hace falta mucha pedagogía, y en el feminismo no iba a ser menos. Nadie nace feminista y, encima, estamos en un contexto donde hemos de combatir todos los bulos y mentiras de sectores machistas. Yo entiendo que hay cosas que son difíciles de identificar, ya sean dinámicas o roles que tenemos muy interiorizados y que cuesta horrores desprenderlos. Para leer que el 20% de los jóvenes no considera violencia machista golpear, insultar o controlar a su pareja es un apaga y vámonos. Y no, este dato no es de hace 30%, sino del 2002, recogido en el III Macroestudio de Violencia de Género-Tolerancia Cero.
Para el 21% de los chicos españoles de 18 a 21 años, golpear a su pareja no es violencia machista (frente al 11% de las chicas); insultar tampoco lo es para el 22% de chicos (frente al 10% de ellas). Lo fuerte es que, en otras franjas de edad, los datos no son menos dramáticos.
Que un acto tan visible y tangible como la violencia física no se identifique como lo que es, un acto de violencia y maltrato, es algo bastante grave. Y aquí no existen debates posibles, no hay cabida para interpretaciones o discusiones filosóficas. Hemos comentado ya el machismo que hay en la esfera online, en redes y en general en la cultura, que ya es bastante malo, pero que la gente joven, que es precisamente la que debería superar esto, vea “normal” pegar a su pareja es muy preocupante. Es urgente la necesidad de incorporar la educación feminista en las escuelas, porque esta es la generación del futuro y no podemos seguir arrastrando la lacra del machismo.
La policía clasifica los casos de violencia machista en diferentes escalas: cuando aparece el primer golpe en la pareja, automáticamente el riesgo de sufrir una relación de maltrato crónica se dispara. Aunque se le reste importancia y “solo haya ocurrido una vez”. Esta es una de las conclusiones del informe Valoración policial del riesgo de violencia contra la mujer en España. Hecho por el Ministerio de Interior en 2018.
- EL 80% DE CHICAS ENTRE 16 Y 24 AÑOS HA SUFRIDO ACOSO EN REDES SOCIALES
Una de las características del machismo es su capacidad de adaptación: lo pongas en el terreno que lo pongas, sabrá cómo cambiar de forma para ajustarse a las nuevas reglas. Y así lo demuestran los datos: el 80% de chicas entre 16 y 24 años ha sufrido acoso en las redes sociales, como indica el estudio Mujeres jóvenes y acoso en redes sociales, elaborado por el instituto de las Mujeres el año 2022.
El 66% del acoso que reciben es de carácter afectivo-sexual, como, comentarios o fotos sexualmente explícitos, insultos en público ante un rechazo o ruptura, mensajes insistentes buscando quedar o intimidar; el otro 34% del acoso se clasifica como ciberbullying, insultos, amenazas o difusión de contenido falso o personal.
Cuando se les pregunta a las chicas que han sufrido algún tipo de acoso en las redes, vamos que indican que el 58% de los acosadores eran personas desconocidas; en el 56% de los casos eran solo hombres o grupos de hombres, en el 21% se trataba de grupos mixtos y en el 12% mujeres o grupos de mujeres. Además, Instagram es la red social donde más se producen estas situaciones, con el 80% de los casos, seguida de WhatsApp con el 49%.
¿Por qué en las redes sociales todo se magnifica? Llevo años haciéndome esta pregunta. Está claro que Instagram, TikTok o X han revolucionado nuestra forma de comunicarnos, informarnos y relacionarnos. Ahora todo es más intenso, inmediato e inevitablemente virtual, y muchas veces esto se traduce en un proceso de deshumanización. Como no nos vemos el rostro y solo tenemos delante una pantalla, nos atrevemos a hacer y decir lo que cara a cara no haríamos o diríamos. Esto no significa que el problema sean las redes sociales: en un mundo feminista, esto no pasaría, así que la culpa no es de Instagram.
- 6 DE CADA 10 NIÑAS HABLAN CON DESCONOCIDOS EN INTERNET
Siempre se nos ha dicho que no hablemos con desconocidos. Es la típica frase que todas hemos escuchado de pequeñas y que nos advertía de un peligro externo que no acabábamos de entender. Pues, como hemos dicho, antes, en las redes sociales todo se magnifica. En 2023, casi el 90% de los menores de 10 años tiene acceso a internet y 1 de cada 4 tiene un móvil propio, según cifras de INE. Como era de esperar, en adolescentes estos datos rozan el cien por cien.
Con diferencia, este es el colectivo más vulnerable en las redes sociales y eso se hace palpable cuando vemos que 6 de cada 10 niñas y niños hablan con desconocidos por internet. Cuando advertimos de los peligros en las redes, automáticamente aparece el concepto de grooming.
¿Y qué es el grooming? Es un tipo de acoso muy concreto que consiste en que las personas adultas se aprovechan de menores de edad por medio de internet. Existen mil variantes: hombres adultos haciéndose pasar por menores de edad, o mintiendo sobre su edad para acercarse más a la del menor. La idea es conseguir entrar en contacto y ganarse su confianza, con el objetivo de controlarlos emocionalmente y, en la mayoría de los casos, terminar con chantajes de contenido sexual. Y va más allá, el acosador intenta aislar poco a poco al menor, haciendo que se aleje de su familia o amistades, a base de secretismos y forzando una intimidad. Al final es como una telaraña, el menor de edad se encuentra atrapado en las redes del maltratador.
(Júlia Salander. Tu argumentario feminista en datos. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona. 2024)